Guía dietética en riesgo cardiovascular elevado.

RESUMEN

Esta guía pretende aclarar la importante función de la dieta para mejorar el riego cardiovascular. Disminuir peso, no fumar, controlar la tensión arterial y los niveles de colesterol son los objetivos del dietista cuando se enfrenta aun riesgo cardiovascular elevado.

 

5 consejos iniciales y básicos.

  1. Presta atención a todos tus frentes. Cada individuo tiene unas particularidades de salud, si eres diabético y tienes un riesgo cardiovascular elevado presta atención a todos tus frentes que serán diferentes de la persona fumadora con sobrepeso.
  2. Hay una edad con mas riesgo, en los hombres de 55 a 65 años, en las mujeres la etapa postmenopáusica. Cuídate y aprende a mantenerte en forma.
  3. Las exageraciones tienen una vida corta. Deportes de riesgo, competiciones deportivas, excesos de comidas o bebidas. Nuestro cuerpo las admite cuando su metabolismo esta al 100% es decir en etapas jóvenes.
  4. Hacerse mayor no quiere decir tirar la toalla, las ilusiones se cumplen en la medida que nuestra salud lo permite. Vale la pena invertir esfuerzo en cuidar nuestro corazón..
  5. La dieta es una intervención terapéutica igual que un medicamento pero sin efectos secundarios, piensa que si tu alimentación es mejor necesitaras solo los fármacos precisos.

¿Qué es este trastorno?

El término Enfermedad Cardiovascular (ECV) abarca las enfermedades coronarias (EC), los accidentes cerebrovasculares (ACV) y las enfermedades arteriales periféricas. De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son la principal causa de muerte en el mundo. Se calcula que en el año 2012 murieron por este motivo 17,5 millones de personas, lo cual representa un 31% de todas las muertes registradas en el mundo.

Se han identificado más de 300 factores de riesgo relacionados con las mismas, de los cuales los más comunes y prevalentes son: el tabaquismo, la hipertensión, las hiperlipemias, la obesidad, la diabetes y el sedentarismo. La homocisteina es una proteína que se ha relacionado con el riesgo cadiovascular.

La enfermedad cardiovascular implica un riesgo de fallo cardiaco que puede desencadenar la muerte, sin embargo hay factores que afectan al riesgo cardiovascular que pueden ser modificados de una forma positiva por la dieta.

 

  1. La presión arterial
  2. Los niveles de lípidos
  3. colesterol
  4. La obesidad
  5. Los niveles de azúcares, el control de la diabetes
  6. El ritmo cardiaco
  7. El buen estado de las membranas endoteliales
  8. La inflamación de tejidos
  9. El estrés oxidativo
  10. Los niveles de homocisteina

 

Formación y consecuencias de la placa de ateroma.

La placa de ateroma puede aparecer en la pared de las arterias coronarias ( y otras arterias)  y disminuye el aporte sanguíneo a una determinada zona del corazón además de poder dar lugar a coágulos que se desprenden y obturan el paso de la sangre a otros niveles.

Su formación comienza con una lesión en el endotelio vascular, sobre la que se depositan partículas de LDL

Las células espumosas epiteliares se anclan en los LDL y se añaden linfocitos T, plaquetas y células musculares, que aumentan el tamaño de la placa, a la vez que se rodea de una cápsula fibrosa. El diámetro de la luz vascular se estrecha y aumenta la presión sanguínea.

La síntesis de enzimas proteolíticas por parte de los macrófagospueden provocar la ruptura de la placa y la activación de la formación de coágulos; fragmentos de placa y coágulos pueden desplazarse por la corriente sanguínea hasta obturar venas y arterias y producir un derrame por ruptura por hiperpresión o un isquemia del tejido.

Si no pertenece a un órgano vital, la lesión permanecerá silenciosa, si la arteria afectada alimentaba a un área de tejido importante de un órgano vital (p.e. el miocardio o el cerebro) acarrea consecuencias que pueden ser mortales.

 

 

 

 

¿Qué pautas dietéticas debo seguir?

  • La grasa
  • El colesterol
  • Los hidratos de carbono
  • Las vitaminas
  • Otros nutriente preventivos de la enfermedad cardiovascular

 

 

 

La grasa y la función cardiovascular

La palabra lípido significa grasa, y no todas las grasas son iguales ni interviene de la misma manera en el riesgo cardiovascular.

Los ácidos grasos saturados

 

Se podria establecer una graduación de mayor a menor potencial aterogénico para estos tipos de ácidos grasos: mirístico > palmítico > láurico > esteárico.

La acción del ácido esteárico (C18:0) sobre las concentraciones de colesterol han sido contradictorias. En general, este ácido graos tiene un efecto neutro sobre el perfil de las lipoproteínas, similar al producido tras la ingestión de carbohidratos, debido a su transformación ulterior en ácido oleico. Aún conociendo que la repercusión de este ácido graso es menor que los otros, es recomendable que los alimentos ricos en ácido esteárico, como el chocolate, la grasa de vacuno o los lácteos enteros, deban tomarse con la misma precaución que cualquier otro alimento rico en grasa saturada.

 

Los ácidos grasos monoinsaturados en el aceite de oliva.

 

Aceite de oliva y ácido oleico, el ácido oleico no ejerce ningún efecto sobre los lípidos plasmáticos. Uno de los aspectos más interesantes del consumo de los AGMI es su capacidad de resistencia a la oxidación de las partículas de LDL. Se ha sugerido que el aceite de oliva puede disminuir la agregación plaquetaria aumentar la fibrinolisis, disminuyendo la actividad del inhibidor del activador del plasminógeno (PAI-1); reducir la capacidad endotelial de promover la adhesión de monocitos mejorando, en suma, la función endotelial, tanto en sujetos normolipémicos como hiperlipémicos.

Los componentes minoritarios de los aceites que no sólo modulan la respuesta lipídica, sino que participan con mayor o menor acierto en la diferente capacidad antioxidante. Entre los componentes minoritarios del aceite de oliva se encuentran esteroles, tocoferoles, escualeno y compuestos fenólicos (Acetoxipinoresinol, pinoresinol y secoiridoides, tirosol, hidroxitirosol, oleuropeína, ác. cafeico).

Utilizar aceite de oliva para guisos y aliños de forma habitual.

 

 
Los acidos grasos polinsaturados

Serie w6

El ácido graso predominante de la serie ω-6, es el ácido linoleico (C18:2) que proviene principalmente de los aceites de semillas, aunque también las grasas animales contienen pequeñas cantidades de linoleico.

Acido linoleico.  Aunque los efectos sobre los lípidos plasmáticos son muy similares a los obtenidos con los AGMI, sin embargo por su facilidad a la oxidación, no es conveniente incrementar su consumo por encima del 7 % de las calorías totales diarias.

El CLA incluye un grupo de isómeros geométricos o posicionales del ácido linoleico (cis-9, cis-12). La mayor parte del CLA que consumen los humanos proceden de la ingestión de la carne de rumiantes, leche y derivados . Sus posible efectos son los siguientes:

Efecto anticancerígeno

Mejora la respuesta inmune

Reduce la inflamación

Mejora el asma en animales de experimentación

Reduce la aterosclerosis

Reduce el peso corporal

Mejora la masa muscular

Reduce los efectos negativos de la pérdida de peso con dietas.

Reduce la presión arterial

 

Los acidos grasos polinsaturados

Serie w3

El ácido graso procedente del reino vegetal y representativo de la serie ω-3, es el ácido linolénico (C18:3). Los aceites de soja, borraja, colza y linaza, las nueces y la verdolaga son fuentes importantes de ácido linolénico [ALA].

Los principales ácidos grasos ω-3 procedentes de la grasa de pescado son el ácido eicosapentanoico (C20:5) [EPA] y el ácido docosahexanoico (C22:6) [DHA].

Dentro del organismo humano, los ácidos grasos ω-3 son componentes estructurales de los fosfolípidos de membrana de tejidos, en especial de la retina, cerebro y espermatozoides.

 

Los frutos secos pueden proteger de la enfermedad coronaria a través de otros mecanismos ya que contienen una alta proporción de grasa insaturada, vitaminas antioxidantes (vitamina E), fibra, magnesio, arginina (precursor del óxido nítrico), cobre y ácido fólico, entre otros, que les confieren propiedades hipolipemiantes, antiagregantes, vasodilatadoras (mejorando la función endotelial) y antiarrítmicas, aspectos ciertamente protectores frente a la enfermedad coronaria. el riesgo de enfermedad coronaria en un porcentaje próximo al 50 % .

DHA presentan acciones antitrombóticas, vasodilatadoras, antiquimiotáctica y antiinflamatoria, Varios estudios han demostrado que la ingestión de ácidos grasos ω-3 reduce las concentraciones de triglicéridos de una manera dosis dependiente, El papel que se le atribuye como antiarrítmico guarda relación con la estabilidad de la actividad eléctrica del miocito cardiaco, mediante la modulación de los canales del calcio, sodio y potasio.

 

Recomendaciones alimentarias

Población general: consumo de pescado dos veces a la semana, complementando el aporte de ácidos ω-3 de otra naturaleza: soja, frutos secos (especialmente nueces), verdolaga, borraja, semillas de lino, etc.

Población en prevención secundaria y pacientes con hipertrigicidemia: ingestión de 1 g de EPA y DHA, procedentes del consumo de pescados (predominantemente grasos) o de cápsulas de ω-3.

 

Ácidos grasos trans Los ácidos grasos insaturados pueden encontrarse en dos formas isoméricas: cis y trans; Los AGI de tipo trans solo se encuentran de manera natural en la carne y leche de rumiantes, el resto de los AGI naturales son de tipo cis.

Los procesos de hidrogenación parcial de los aceites, con objeto de obtener margarinas y shortenings para uso industrial, provocan cambios en la estructura de los AGP, favoreciendo el paso de las moléculas cis a trans, que también ocurre cuando se someten los aceites a altas temperaturas reiterativamente.

Estos ácidos grasos trans son más aterogénicos, incluso, que los AGS ya que no solo aumentan las cifras de LDLc sino que además disminuyen las de HDLc. Actualmente se recomienda que la ingesta de AGT se limite al máximo, no superando los 6 g/día o 2% de la ingesta energética total.

 

Fitosteroles y esteroles marinos Esteroles y estanoles vegetales

Los fitoesteroles de la dieta (200-400 mg/día) proceden del consumo de maíz, legumbres, frutos secos, frutas y verduras, aceites, pero su absorción intestinal es muy baja, en torno al 5-10 %. Debido a su semejanza estructural con el colesterol, desplazan a éste de las micelas intestinales produciendo una disminución de la absorción del colesterol procedente de la dieta. a administración de esteroles o estanoles reduce la absorción del colesterol entre un 26-36 %. En un reciente metaanálisis de todos los estudios aleatorizados, doble ciego, se concluye que una ingestión diaria de 2 g de fitoesteroles, ingeridos habitualmente en forma de margarinas, contribuye a reducir las concentraciones de cLDL entre el 9-14 %.

Los alimentos más ricos en estos lípidos son los aceites de semillas y el aceite de oliva (especialmente el virgen), los frutos secos y las legumbres.

 

 

 

 

 

Hidratos de carbono en la enfermeda dcardiovascular

Dieta muy rica en hidratos de carbono un incremento en el consumo de hidratos de carbono con una elevación de los niveles de triglicéridos y un descenso de los de HDLc,

 

Beta glucanos de la avena Los β-glicanos, son capaces de hacer descender los niveles de colesterol sérico total. Los β-glicanos, son componentes de la fibra soluble.

 

La fibra dietetica La fibra dietética es capaz de disminuir el riesgo cardiovascular gracias a que atrapa la grasa disminuyendo su absorción y por lo tanto su efecto sobre los niveles de LDLc.

Por otro lado al hacer precipitar las sales biliares, impide su reciclado, lo que obliga a la síntesis de nuevas sales biliares, lo que ayuda a disminuir los niveles de colesterol sanguíneo.

Estudios recientes han observado que el ácido butírico y otros ácidos grasos de cadena corta resultantes de la fermentación de la fibra en el colon, pueden ser capaces de disminuir la síntesis de colesterol a nivel hepático, controlando así los niveles de las lipoproteínas.

 

 

Proteínas en la enfermedad Cardiovacular

Proteinas de soja Aunque también ha sido considerado un nutriente neutro durante mucho tiempo, la sustitución en la dieta de proteínas animales por vegetales, en especial por las de soja y otras legumbres, reduce el riesgo cardiovascular. Este efecto puede deberse a que las proteínas vegetales estimulan la liberación de ciertas hormonas, como el glucagón, que está encargado de modular la síntesis de colesterol y del control de procesos inflamatorios que también participan en el proceso aterosclerótico.

 

 

Antioxidantes y la función cardiovascular

Fitoquímicos y flavonoides

 

Los compuestos fenólicos están ampliamente distribuidos en las plantas. Uno de los principales grupos de los componentes fenólicos son los flavonoides, que son importantes en la contribución del sabor y color de muchas frutas, vegetales y otros productos.

Te, vino tinto
Frutas cítricas
Cebollas, olivas, te, vino, manzanas
Frutos del bosque, uvas, frutas coloreadas
Uvas, vino, olivas, café, manzanas, tomates, ciruelas, frutos del bosque.

El papel de los componente fenólicos no es del todo conocido, pero a pesar de no considerarse nutrientes, sus efectos beneficiosos para la salud están adquiriendo recientemente un papel central en la prevención de enfermedades crónicas como son las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Desde que se conoce que los radicales libres de oxígeno y la peroxidación lipídica están implicados en las enfermedades referidas, la actividad antioxidante que ofrecen la mayoría de los compuestos fenólicos ha tomado un inusitado interés por estas sustancias.

 

 

 

 

 

 

Vitaminas y la función cardiovascular

Vitaminas implicadas en el metabolismo de la homocisteína.

Ácido fólico, vitamina B6 y vitamina B12

 

Diversos estudios epidemiológicos han puesto de manifiesto que la hiperhomocistinemia es un factor de riesgo cardiovascular independiente de la misma magnitud que el tabaco o la hipercolesterolemia.

La Hcy se autooxida rápidamente, generando gran cantidad de radicales libres (radical hidroxilo, peróxido de hidrógeno) que produce daño del endotelio.

Diminución de 3 micromoles/l de homocisteone y prevención del riesgo cardiovascular:

Reducción entre el 11-16 % el riesgo de infarto agudo de miocardio

Reducción entre el 19- 24% el riesgo de accidente cerebrovascular

Reducción de un 25 % el riesgo de tromboflebitis

 

Las concentraciones de Hcy dependen de una serie de factores ligados con el estilo de vida y de alteraciones genéticas en el metabolismo de la Hcy. Las concentraciones de Hcy están más elevadas a medida que avanza la edad, más en hombres que en mujeres y es dependiente de la actividad física, el hábito tabáquico, la ingesta de ácido fólico y la ingesta de café.

Hasta ahora la suplementación con dosis por encima de las cantidades diarias recomendadas de las tres vitaminas La suplementación con ácido fólico, vitamina B6 y vitamina B12

 

 

Minerales y la función cardiovascular

Sodio/potasio Gran número de estudios epidemiológicos confirman que un descenso en la ingesta de sal disminuye las cifras de presión sistólica y diastólica, si bien es cierto que dicho descenso no es igual en todas las personas y que existen ciertos individuos sodio-sensibles para los cuales el efecto del sodio sobre los valores de presión arterial es mayor .

Del mismo modo, una dieta pobre en potasio favorece el desarrollo de hipertensión.

 

 

Calcio/magnesio También se ha evidenciado una relación inversa entre la ingesta de calcio y las cifras de presión arterial, de manera que a menor ingesta de este mineral mayor riesgo de hipertensión.

El magnesio facilita el flujo coronario y aumenta la fuerza del corazón; su déficit se asocia a hipertensión así como a cifras elevadas de colesterol y triglicéridos; algunos estudios han evidenciado, también, que el déficit de este mineral favorece el depósito de los lípidos sobre la pared arterial y la progresión de la placa de ateroma.

 

 

Bebidas y la función cardiovascular

 

Alcohol Por consumo moderado se entiende la ingesta de dos bebidas/día en los hombres y una en las mujeres, considerándose “una bebida” a aquella cantidad que aporta en unos 14 g de etanol, lo que equivale a una copa de 150 ml de vino, aproximadamente unos 340 ml de cerveza o unos 40 ml de bebidas destiladas.

El etanol aumenta los niveles de HDLc; por otro, disminuye la formación de fibrinógeno y aumenta la activación del plasminógeno tisular, con lo que se dificulta la formación de coágulo; además, disminuye los procesos inflamatorios y a corto plazo, provoca una vasodilatación.

 

Vino/Cerveza El vino aporta compuestos fenólicos como el resveratrol que tiene efecto antioxidante a la vez que disminuye la agregación plaquetaria y la expresión de moléculas de adhesión celular, inhibe la proliferación de las células de músculo liso que aumentan el tamaño de la placa de ateroma y estimula la liberación de óxido nitroso, de efecto vasodilatador local.

 

La cerveza contiene flavonoides, folatos y fibra, sin que se haya podido llegar a conclusiones claras.

 

Café

 

La mayoría de los estudios sugieren que un consumo superior a 5 tazas puede aumentar el riesgo cardiovascular debido a que eleva las cifras de LDLc. Este efecto se debe a su composición en diterpenos.

Produce una hipertensión pasajera y podria incrementar la homocisteina,

Sin embargo otros estudios detectan un poder antioxidante que podria contrarrestar estos efectos.

 

 

La dieta mediterránea y la función cardiovascular

  1. Tomar dos comidas principales al día, sentado en la mesa y dedicando al menos 20 minutos para cada comida principal.
  2. Uso de aceite de oliva como la principal fuente de grasa visible (usada para cocinar y para aliñar los alimentos).
  3. Consumo de 2 o más raciones de verduras u hortalizas al día (1 como mínimo cruda). Se debe tener en cuenta que cuando se habla de cada ración de verduras nos referimos a un plato principal (>150 g) y no a un simple acompañamiento o guarnición. Dos guarniciones equivaldrían a una ración.
  4. Consumo de 2 o más porciones de fruta (incluyendo zumo natural) al día.
  5. Vino con moderación, si existe hábito (un vaso pequeño de vino en la comida del medio día).
  6. Consumo de legumbres al menos 3 veces por semana.
  7. Consumo de pescado o mariscos al menos 3 veces por semana.
  8. Consumo de frutos secos y/o semillas al menos 3 veces a la semana.
  9. Preferir la carne de aves de corral y/o conejo a las carnes rojas, embutidos u otros cárnicos procesados (hamburguesas, salchichas, albóndigas).
  10. Cocinar regularmente (al menos 2 veces por semana), con tomate, ajo o cebolla aderezando los vegetales cocinados, la pasta, el arroz u otros platos con salsa de tomate, ajo y cebolla o puerro, elaborada a fuego lento con aceite de oliva (sofrito).
  11. Mantener un consumo moderado de cereales, pan, pasta y arroz (incluir integrales).
  12. Reducir a 2 o menos veces por semana el consumo de carnes rojas o embutidos (excepto de aves o jamón tradicional).
  13. Eliminar (o reducir a < 1 vez/ semana) el consumo de:
    1. Nata, mantequilla o margarina;
    2. Bebidas carbonatadas y/o azucaradas (refrescos);
    3. Repostería, bollería industrial y pre-cocinada;
    4. Pasteles y dulces.

 

 

 

 

Cómo utilizar NUTRIFARMACIA para guiarme en la dieta adecuada para la enfermedad.

Nutrifarmacia te ayuda a organizar tus dietas cuando existen una o mas circunstancias en tu vida que te obligan a segui pautas dietéticas especiales.

Puedes seleccionar enfermedades, estados fisiológicos, medicinas o parámetros antropométricos y nosotros te confeccionamos una lista de alimentos que puedes tomar sin problemas adaptados a tu modo de vivir y ser, combinamos tus características personales para proporcionarte pautas sobre como manejar nutricionalmente ti alimentación y distribuir los alimentos en tu día a dia.

 

Otras guías de utilidad.

FISTERRA DIETAS

https://www.fisterra.com/ayuda-en-consulta/dietas/

FUNDACION DIETA MEDITERRANEA

https://dietamediterranea.com/

 

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Ferdowsian, H and Barnard, ND. Effects of Plant-Based Diets on Plasma Lipids Am J Cardiol,2009;104:947–956.

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