
Etnobotánica.
Los manzanos silvestres, “Manzaneras” llamamos en Villanueva, crecen en áreas umbrías y húmedas de barrancos de artigas o pinares, preferiblemente en terreno silíceo. Es un árbol espinoso.
Nos da manzanas pequeñitas y ácidas que antes de cogerlas ya se las han comidos pájaros y ungulados por su delicioso sabor. Las flores son rosas y sus pétalos ligeros. Como medicinal se utilizan los frutos.
El uso tradicional de estas manzanitas frescas es como laxante o en compota como astringentes, digestivas y antirreumáticas. Sobre la piel como cicatrizante.
Parte usada y función principal:
- Fruto: laxante suave, remineralizante, ligeramente astringente
 - Flores: tradicionalmente utilizadas por su efecto sedante leve y digestivo suave
 
Fitocompuestos responsables:
- Fruto:
- Pectinas (fibra soluble): regulan el tránsito intestinal y reducen el colesterol
 - Ácidos orgánicos (málico, tartárico): estimulan la digestión
 - Vitaminas C, B1, B6 y minerales: propiedades nutricionales y tónicas
 - Polifenoles (quercetina, catequinas): antioxidantes
 
 - Flores:
- Aceites volátiles, flavonoides y trazas de benzaldehído: se relacionan con el efecto sedante suave
 - Azúcares naturales: propiedades digestivas suaves
 
 
Usos destacados (según tabla):
- Gastrointestinal → [Fruto (2)]: ayuda digestiva y suave acción laxante
 - Estreñimiento → [Fruto (2)]: por su fibra soluble, especialmente cuando se consume cocido o en compota
 
Forma tradicional de uso:
- Fruto crudo o cocido: especialmente en compota o asado para facilitar la digestión y regular el tránsito
 - Infusión de flores secas: 1 cucharadita por taza, en infusión caliente (efecto relajante suave y digestivo)
 



